La televisión ejerce una enorme
influencia en los escolares ya que estos le dedican gran parte de su tiempo. Por
eso, es necesario que la escuela le preste atención, así como a los otros medios
de comunicación. De esta manera pueden preparar para que tengan una visión
crítica sobre aquella actividad a la
cual van a dedicar gran parte de su tiempo, la televisión.
Un estudio realizado llevo a los sociólogos
a considerar en la actualidad a la televisión como el tercer factor principal
de socialización. La influencia de la televisión es tan grande que produce
alteraciones e interferencias con respecto a las finalidades y objetivos
educativos.
El profesor debe actuar como
intermediario para facilitar y garantizar el cumplimiento de determinados
objetivos, que han de contribuir para facilitar a los niños y las niñas para
ver la televisión desde una óptica reflexiva y crítica. En este sentido es
necesario que el profesor realice cuatro tareas fundamentales ante la
influencia de la televisión: analizar la situación, planificar la actuación,
desarrollarla y evaluar los resultados.
El objetivo es conseguir que los alumnos
se den cuenta de la influencia que la TV está ejerciendo sobre ellos, el
docente únicamente actúa como guía en este proceso. Los alumnos deben observar
su propia conducta y su vocabulario, así como reflexionar sobre la cantidad de
tiempo que dedica a ver la televisión, qué ven y cuándo lo ven.
otra parte es necesario que tanto en
los centros educativos como en las aulas se les enseñe a los niños a adoptar
esa visión crítica. También es necesario la colaboración con las familias para
que lo que se le enseñe en la escuela sea reforzado posteriormente en el hogar.
Así pues, desde la escuela se debe fomentar tanto la formación de los padres
como la de los telespectadores críticos y conscientes, para así neutralizar las
influencias negativas de la TV.
A continuación expondré algunas
sugerencias para el desarrollo de la actuación y la evaluación de los
resultados sobre el papel del profesorado ante la influencia de la TV,
destacando: integrar la TV en el currículum como recurso didáctico, que se dote
a los centros con las estructuras necesarias para poder trabajar con el
lenguaje audiovisual, distintas estrategias metodológicas que permitan el
análisis de discursos televisivos, etc.
Para concluir se puede decir que como
docentes debemos asumir la responsabilidad de formar espectadores críticos y
reflexivos, ya que el mal no está en la televisión, sino en el uso que hagamos
de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario